Cómo hacer una alfombra casera como la de Ikea

Hoy os presentamos cómo realizar en casa una alfombra bonita y sencilla, ideal para agregar un toque personal a tu salón o dormitorio. Esta manualidad, además de ser fácil y divertida de hacer, te permitirá tener una alfombra casera con un estilo único. A continuación, te explicamos cómo hacer una alfombra casera, solo tendrás que seguir el siguiente tutorial.

Si eres admirador de las alfombras de Ikea, especialmente de la alfombra blanca Ikea o la alfombra rombos Ikea, esta manualidad te va a encantar. Además de conseguir un modelo muy parecido al original, ¡te ahorrarás un dinerito! Un DIY ideal para que eches a volar tu imaginación y hagas tus propios diseños. Seguro que después de hacer tu primera alfombra casera, te animas a ir a por la segunda.

Los materiales que necesitas son:

  • Tela de alfombra, el tamaño que consideres, la que realizamos a continuación es de un tamaño de 165 x 250 cm, perfecta para una alfombra Ikea salón.
  • 1 plantilla de tamaño 53 x 30 cm.
  • Pintura de látex o pintura para tela, en este caso usaremos colores que recuerdan a los diseños de Ikea.
  • Lija eléctrica o manual, según tu preferencia.
  • Cola blanca, si lo necesitas en el caso de pegar o ajustar las formas o dibujos.
  • Pincel medio, se recomienda que no sea muy grande.

Procedimiento, paso a paso:

1. Elige un patrón, como el de la alfombra rombos Ikea, que es elegante y versátil. Se dibujan los rombos sobre la plantilla y se van colocando encima de la alfombra. Puedes pegarlas con cola blanca o dibujarlas directamente sobre la alfombra con la ayuda de un lápiz o una tiza.

2. Pintamos la parte interior de los rombos con un color gris suave y cálido utilizando un pincel medio. Si te preguntas si se puede pintar una alfombra con aerosol, la respuesta es sí, aunque para detalles más finos es preferible usar pincel.

3. Dejamos secar la pintura. Si el color queda poco intenso, aplica una segunda capa para obtener una mejor cobertura.

4. Si la alfombra queda un poco tiesa o áspera tras la pintura, se recomienda lijar suavemente la superficie para suavizarla.

5. Pintamos los bordes y el resto con el color blanco lechoso escogido, emulando así la popular alfombra blanca Ikea.

6. Tras dejar secar completamente, tu alfombra casera estará lista para lucirla en el salón o cualquier otro espacio de tu hogar.

Como puedes ver, es una manualidad económica y sencilla con la que, en tan solo seis pasos, podrás tener tu magnífica alfombra hecha a tu gusto y sin gastarte mucho dinero. Colócala en el lugar que prefieras; ¡quedará tan bien en tu salón como en el dormitorio de tu casa!

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