Cabecero casero y fácil
¿Quieres aprender a hacer un cabecero casero de forma muy fácil? ¡No es la primera vez que vemos aquí ideas para cabeceros caseros, y la verdad es que tienen mucho éxito porque son una opción barata y muy original!
El cabecero casero que te propongo hoy es muy básico, pero eligiendo una tela chula, queda resultón. Pero lo mejor es que es súper fácil, apto para los más torpes ;-).
¿Vemos paso a paso cómo hacer este cabecero casero y fácil?
Para hacer este cabecero casero debes aplicar lo visto en «Cómo tapizar un cabecero«, solo que en este caso, en vez de un viejo cabecero tendrás un tablón de madera contrachapada.
Por eso lo primero es medir el ancho de la cama y decidir de qué tamaño queremos el tablón. Además de la madera contrachapada, necesitamos una tela (¡con un estampado chulo!), espuma, guata, una pistola de grapas, 2 hembrillas cerradas y 2 escarpias.
Una vez tengas el tablón, tienes que extender la espuma, y cortarla a medida. Envuelves el tablón en la espuma, y grapas por detrás para fijarla en su sitio. También puedes ayudarte de un spray adhesivo para pegar la espuma a la madera. Después, envuelve el tablón (ya con la espuma), con la guata.
¡Llega el turno de forrar con la tela! Es el paso más importante, porque es el acabado final (lo que queda a la vista). Pero no te preocupes, ¡también es fácil! Plancha la tela antes de comenzar, y después coloca la tela boca abajo. Pon el tablón encima y comienza a grapar por detrás, arriba y abajo. Vete comprobando de vez en cuando cómo queda por delante, especialmente si el estampado debe quedar centrado. Tensa la tela y vete grapando también los lados (hace falta una grapa cada 5 cm, más o menos).
Por último, para poder colgar el cabecero, lo más fácil es atornillar por detras las dos hembrillas, y colgarlas de dos escarpias (que colocarás tras taladrar dos agujeros en la pared). Así tu cabecero casero quedará perfectamente colgado.
Como ves, hacer un cabecero casero puede llevar su tiempo, pero es bastante fácil. ¡Y el resultado vale la pena!
¿Te atreves a hacer tu propio cabecero casero?
Vía: Good girl gone glad